No lo podemos negar. Vivimos en un mundo que cambia de manera constante. Las jerarquías se tornan horizontales, los niños tienen mayores expectativas y la 4.ª revolución industrial está íntegramente relacionada con la tecnología y con estos nuevos paradigmas que utilizamos para conectarnos e interactuar entre nosotros. Lo primero que debemos aceptar es el hecho de que no podremos predecir las fascinantes maneras en que este futuro desconocido nos sorprenderá a nosotros, a nuestros hijos o a nuestros nietos. Pero lo que sí podemos hacer, sin duda, es brindarles a las generaciones futuras un conjunto de habilidades adecuadas para que triunfen en el siglo XXI y dirijan el mundo del mañana con las habilidades que fortalecerán hoy en día. Cuando pensamos en maneras de brindarles a nuestros niños estas numerosas y sumamente necesarias habilidades del siglo XXI, viene a la mente la codificación. Codificar es mucho más que escribir algunas líneas de un lenguaje extraño para hacer que algo haga lo que queremos que haga. La codificación es el lenguaje del futuro. La codificación es la forma en la que interactuaremos con la tecnología en los años venideros, y no menos importante, saber cómo y qué codificar les abrirá las puertas a nuestros hijos para que se integren a la industria laboral que van a enfrentar. No importa en qué industria estarán interesados. 
Pero ¿qué habilidades puede darles la codificación a nuestros niños para prepararlos para el competitivo siglo XXI?
Aprender a codificar un sitio web, programar un robot, crear la línea perfecta de código para un dispositivo de control de voz como Alexa, puede nutrir a nuestros hijos con algo más que conocimientos y habilidades informáticas. Repasemos algunas de ellas.
1. Capacidades para solucionar problemas
La solución de problemas será aún más importante en los años venideros de lo que es hoy en día. A través de la codificación, los niños de hoy en día pueden aprender acerca de las diversas maneras de solucionar un problema. Para los niños estará claro que el objetivo principal es solucionar un problema determinado, pero el camino que recorremos para lograr ese objetivo específico está abierto a su propio juicio y criterio. En pocas palabras, si queremos salir para ir al supermercado, no existe una sola forma de llegar. Algunos caminos serán más rápidos que otros, pero todas las opciones serán efectivas si al final llegamos y conseguimos las verduras y los chocolates que tanto queríamos. Con la codificación sucede lo mismo, al aprender y aplicarla, los niños tendrán que solucionar problemas, y tener un objetivo claro les permitirá aplicar esa misma mentalidad en otros ámbitos de su vida cotidiana.
2. Trabajo en equipo: una gran manera de afrontar el siglo XXI
Al contrario de lo que todos piensan, la codificación puede enseñarle a nuestros hijos la importancia del trabajo en equipo. Sucederá más de una vez que alguien no verá ese pequeño error en medio del código y le pedirá ayuda, colaboración y cooperación a un compañero de clase o de equipo. Si pensamos en el código como un lenguaje, lo cual es, pensemos que un enorme libro es sometido a varias revisiones antes de ser publicado. El aprendizaje colaborativo se vuelve fundamental cuando pensamos en las herramientas que necesitaremos para triunfar en el futuro. Por lo tanto, mirar la programación o la codificación desde una perspectiva abierta y de colaboración no solo puede hacer que la codificación sea más divertida, sino que también puede brindarles más amplios y mejores recursos a nuestros hijos. Por ello se recomienda encarecidamente empezar a aprender a codificar en una clase grupal. Eso mejora la experiencia.
3. Pensamiento crítico y codificación: dos conceptos que van de la mano
Según Wikipedia, el pensamiento crítico es el análisis objetivo de los hechos para formar un juicio. Como hemos mencionado en el primer punto, existen varias definiciones y soluciones diferentes, y todas ellas pueden solucionar, o no, un problema específico. Para decidir la mejor opción, el pensamiento crítico generalmente implica un análisis racional, basado en pruebas, imparcial o una evaluación de pruebas concretas y sólidas.
4. Habilidades analíticas y respuesta rápida a problemas inesperados
Al combinar los 3 puntos que hemos examinado hasta ahora, y con una buena lección de codificación, las habilidades analíticas tanto para codificar como para las situaciones cotidianas se convertirán en una respuesta y actitud natural, pero no terminarán ahí. Conociendo los hechos y habiendo desarrollado una fuerte capacidad de comprensión, para trabajar juntos y solucionar problemas, la reacción a estos posibles problemas será rápida, eficiente y eficaz. Por lo tanto, lo que comenzó con el aprendizaje de cómo crear una aplicación móvil, cómo codificar un robot cibernético o cómo programar un sitio web, se puede convertir en una habilidad que puede salvar vidas y ayudar en situaciones en las que ni siquiera pensamos.
5. Un mayor uso del cerebro: hablo español, inglés, C++, chino y Java
Es un hecho, nuestro cerebro trabaja más rápido y mejor cuando hablamos con fluidez más de 2 idiomas. Una vez más, la codificación es un lenguaje con muchas, muchas variaciones. Si hablamos español, inglés y francés, por ejemplo, podremos entender cómo trabajan, piensan y toman decisiones más personas y países. Al igual que con la codificación, al aprender nuevos lenguajes de codificación podremos interactuar mejor con diversos dispositivos que están destinados a hacer nuestra vida más fácil durante esta 4.ª revolución industrial, durante la era digital. En conclusión La codificación, la programación y el proceso de aprendizaje de las mismas no solo abrirán las puertas para que nuestros niños ingresen firmemente en la fuerza laboral en los años venideros, sino que también les brindarán habilidades y destrezas que les permitirán liderar procesos importantes y crear cambios considerables en el mundo del mañana.
Quiero conocer más del curso para que mi hija tome el curso
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