Alessandro Ramos solo tiene 11 años y medio, pero él ya sabe qué quiere ser cuando grande: un programador. Y, ya ha comenzado a programar. El año pasado tomó el curso Desarrollo de aplicaciones para niños de Tekkie Uni, y este año está estudiando Robótica.
Siempre se ha interesado en las carreras científicas y matemáticas.
“Primero quise ser un científico, luego ingeniero civil y ahora quiero ser programador”, comenta Alessandro.
Alessandro vive en Orlando, FL. con sus padres y su hermana menor de 9 años, Annie. La familia recientemente emigró a los Estados Unidos desde Venezuela, lo que ha representado un gran cambio para ellos.
“En Venezuela, el papá de Alessandro era gerente de operaciones y vivíamos cómodamente. Podía darme el lujo de ser una ama de casa feliz y dedicarme a mi labor de madre”, expresó Joana Abner, la mamá de Alessandro. “Cuando emigramos a los Estados Unidos hace cuatro años, tuvimos que empezar de cero.”
Ahora, ambos padres trabajan, y Joana limpia casas y escuelas para apoyar la educación de sus hijos y sus actividades extracurriculares.
“Aquí todo es costoso, pero no permitiré que eso interfiera con los estudios de mi hijo”, dijo. “Para pagar su curso estoy trabajando de noche y temprano por la mañana, para cubrir ese gasto. Lo hago con todo mi amor y lo haré por el tiempo que sea necesario”.
El sueño de MIT
La inspiración de Joana para trabajar duro es el propio Alessandro. Aunque aún es un chico joven, se encuentra completamente enfocado en lograr su sueño: asistir al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en Cambridge, Massachusetts.
Después de terminar allí sus estudios, dice él, le gustaría convertirse en programador y trabajar en la industria de los videojuegos. Sin embargo, entrar al MIT no es una tarea fácil, ni desde el punto de vista académico, ni desde el punto de vista financiero.
“Le dije que era la universidad más cara de Estados Unidos y que para entrar debía que ser el mejor, para así poder obtener una beca, porque no tenemos ese dinero”, agregó Joana.
Y, Alessandro por su lado, se ha tomado muy en serio esas palabras. Le ha ido excelente en sus estudios, es uno de los pocos estudiantes que hacen parte del equipo de robótica del plantel y además, también hace parte del programa de su escuela para niños superdotados. Además, tomar clases de programación con Tekkie Uni han sido una parte importante para lograr su sueño de ir a la universidad.
Explorando la programación con Tekkie Uni
Alessandro había buscado un curso de programación extra clase durante varios meses, cuando su mamá vio el anuncio de Tekkie Uni en Facebook.
“Una noche entré a Facebook (casi nunca entro) y lo primero que vi fue un anuncio de Tekkie Uni”, dijo Joana. “Lo llamé, vino corriendo, y cuando leímos toda la información, supimos que era el curso que habíamos estado buscando, durante tanto tiempo.”
A Alessandro le encanta jugar, pero nunca antes había tomado un curso de programación. Joana lo inscribió en Desarrollo de aplicaciones para niños, un curso para principiantes, y a Alessandro simplemente le encantó.
“Aprendí muchas cosas interesantes; codificación y cosas por el estilo”, dijo. “Mi profesora es muy buena y realmente me inspira”.
Su proyecto final fue Space Odyssey, un juego de matemáticas con temas espaciales que combina varias de las pasiones de Alessandro: el espacio, las matemáticas y el diseño de juegos.
“Mi hijo me mostró sus proyectos y los juegos que él creó me parecieron maravillosos”, agregó Joana.
Esto también impresionó a algunos de los maestros de su escuela. E incluso, la maestra de su hermana menor incluso quedó gratamente asombrada por su proyecto Space Odyssey.
“Cuando la profesora de mi hija de tercer grado vio su juego de matemáticas, le dijo que podía contar con ella para promoverlo entre sus propios alumnos”, señaló Joana.
Avanzando con la robótica
El éxito que tuvo Alessandro en su clase de Desarrollo de aplicaciones para niños, durante el año pasado, le ayudó a asegurar un lugar en el selecto equipo de Robótica de su escuela. Fue uno de los nueve chicos elegidos entre 60 aspirantes que querían hacer parte del equipo.
Además, sus estudios en la clase de Robótica de Tekkie Uni este año le han permitido contribuir con el equipo; específicamente tomó la decisión de inscribirse en Robótica para aprender más sobre los robots y así ayudar a su grupo.
“Queremos llegar a los campeonatos”, dijo. “Quise aprender diferentes habilidades y ver si estas nos pueden ayudar.”
Y, esas habilidades parecen haberlos ayudado: su equipo se dirige a una competencia, este mes.
Joana, por su parte, está más que encantada de que su hijo adquiriera nuevas habilidades al estudiar online; pues ella no pensó que él pudiera tener acceso a este tipo de cursos hasta que estuviera en una edad universitaria. Saber programar a una edad tan temprana, dice ella, le abrirá grandes puertas a Alessandro.
“Gracias Tekkie Uni por la oportunidad, por el aprendizaje, por ayudar a mi hijo a ser un niño aún más brillante, más seguro y capaz de dar lo mejor de sí cada día, y por acercarlo a su sueño de ir a Massachusetts para convertirse en el mejor programador”, dijo.
Por su lado, Alessandro se encuentra feliz de poder sumergirse en las matemáticas y en la programación.
Cuando se le preguntó qué le diría a algún compañero de clase que tuviera miedo porque la programación pudiera ser demasiado difícil para intentarlo, él dijo que no se preocupara en lo absoluto, pues: ¡es divertida!
“Solo puedes aprender”, dijo. “No se te pone a prueba y nadie te juzga porque cada uno tiene su propio método de aprendizaje.”
