Cómo la Programación Ayudó a Enfocar a un Niño de 11 Años
Recientemente Alejandro tomó unas vacaciones familiares desde su casa en Colombia a Orlando, Florida. En el momento en que la familia se registró en el hotel, Alejandro tomó el código del Wifi para conectarse a Internet, corrió a su habitación y se registró en su clase de programación de Tekkie Uni.
“Llegamos al hotel a las 8:30 pm y la clase comenzó a las 8:35 a la hora de Orlando. Corrió, sacó su maletín, su ordenador, sus auriculares y entró en la clase”.
Ese tipo de determinación de llegar a clase a tiempo es un comportamiento que los padres están encantados de ver en su hijo, que es un niño brillante y comprometido con su clase de programación.
Un niño brillante que necesita de un desafío
Alejandro asiste al Colegio Alemán de Barranquilla, una escuela privada de Bachillerato Internacional Alemán en su ciudad natal Barranquilla, Colombia.
Es un estudiante curioso – toca el piano, le encanta la tecnología y aprende tres idiomas. Capta rápidamente la información nueva, presenta buenas notas.
En ocasiones se muestra impaciente cuando se trata de encontrar las soluciones a los problemas en su trabajo escolar, dicen sus padres.
“Es un niño con una mente rápida dice su padre”. Él ha estado practicando Taekwondo desde los cuatro años de edad. Las clases de programación de Tekkie Uni parecían ser otra actividad que podría ayudar a Alejandro a reducir la rapidez con la que hace las actividades y estar más concentrado en los detalles.
Desarrollo de la autodisciplina en clase
Julio su padre encontró las clases de programación de Tekkie Uni a través de un anuncio en su Instagram. Parecía un buen ajuste para Alejandro, que había estado involucrado con la robótica en la escuela y tiene una mente analítica, pero que también necesita ir más despacio y centrarse en los pasos de una actividad, en lugar de precipitarse al final de un proyecto.
Alejandro estaba entusiasmado con la programación cuando su padre le preguntó sobre Tekkie Uni.
Tekkie Uni ofrece dos clases de prueba antes de que un estudiante sea un estudiante permanente. Su padre le dijo que tendría esas dos clases para decidirse.
Para la segunda clase, Alejandro estaba enganchado. ¿Cómo lo saben sus padres? Porque la segunda y tercera clase de Alejandro tuvieron lugar durante las vacaciones de la familia en Florida.
“El día de llegada a Orlando Lo primero que hizo fue conectarse. Me llamó la atención, tanto que tomé una foto y la puse en mi Instagram para recordarlo”, dice su padre.
Aprender a concentrarse a través de la programación
“Cuando mi papá me dijo [sobre Tekkie] le dije que sí, porque me gusta mucho todo lo que tiene que ver con sistemas, computadoras y quería aprender algo más”, dijo Alejandro.
Una de las cosas favoritas dentro de sus clases es conocer a los otros estudiantes, dice.
“Dijo, Papi, qué bueno que tengo amigos de El Salvador, un amigo de México, tengo uno de Estados Unidos y hay otro colombiano”. Dice su papá “En nuestra época nuestros compañeros de clase eran niños que vivían en nuestro vecindario, pero esta clase le da a Alejandro la oportunidad de interactuar con niños de otros países, otras culturas”.
Alejandro ha trabajado en seis proyectos en su tiempo con Tekkie, y ha estado orgulloso de compartir esos proyectos con sus padres. Julio y Mildred han visto con orgullo como su hijo ha empezado a centrarse en los detalles de la programación. Cuando el código no funciona, Alejandro ha empezado a buscar errores, dándose cuenta de que, si se equivoca en un paso o pierde una coma, una aplicación no funcionará.
«Ha sido toda una experiencia para Alejandro, también para nosotros, porque estamos satisfechos por los logros en la atención que ha tenido Alejandro, y como este curso le está beneficiando», dicen sus padres Mildred y Julio.