¿Cómo se ve una escuela sin exámenes? Tekkie Uni.

Tareas y exámenes: realmente nadie los disfruta. Los niños se irritan al estudiar en su tiempo libre, los padres se incomodan por tener que fastidiar a sus hijos por ello, y los maestros, por su lado, tampoco se entusiasman por calificar. Pero, las tareas y los exámenes son parte tradicional de la escuela; el sentido común acepta que ambos son necesarios, y puede que mucha gente no sea capaz de imaginar cómo sería la escuela sin ellos.

Sin embargo, las investigaciones sugieren que estas áreas aceptadas de la escuela (tareas, exámenes y agrupación de los niños por habilidades) no contribuyen al amor de los estudiantes hacia el aprendizaje, y de hecho, pueden estar haciendo más difícil que los niños aprendan.

El problema con las tareas

Los exámenes, las tareas y el seguimiento de las habilidades pueden en realidad impedir el aprendizaje si se utilizan de manera incorrecta.

Según un estudio de la Universidad de Stanford, las tareas pueden tener un impacto negativo en los niños. Algunos chicos pueden llegar a dedicar más de tres horas por noche para realizar sus tareas, lo que les causa estrés y privación de sueño, y no los conduce hacia un buen aprendizaje. El estudio también encontró, como era de esperarse, que los niños que tienen más tareas se divierten menos. Mientras más tareas tenga un niño, es menos probable que vea a sus amigos y familiares, que participe en actividades extracurriculares o que participe en pasatiempos que le gusten.

Por su parte, la investigación de Harvard encuentra que las pruebas de alta exigencia pueden empeorar la enseñanza, ya que los maestros, bajo la presión de obtener buenos resultados en las pruebas, dedican amplios periodos del tiempo de la clase para preparar a los niños para estos exámenes.

Gran parte de esto no es culpa de los profesores. La ley a menudo requiere que los maestros prueben a los estudiantes, y a veces, las tareas son la única manera de comprimir la enseñanza junto con el tiempo de práctica que tanto se necesita. Los maestros tampoco pueden evitar que las escuelas clasifiquen a los niños en grupos de acuerdo con su nivel de capacidad (algo que la National Education Association (NEA) quiere eliminar porque puede conducir a la discriminación).

Pero, el hecho de que las escuelas se establezcan de esta manera no significa que esto sea bueno para los niños.

“En las escuelas tradicionales, no importa qué materia estén los niños aprendiendo, la mayoría de los programas de estudio, planes de clase e incluso maestros tienden a restringir el proceso de aprendizaje de los niños”, explica Julieth Macol Tobar Lima, una maestra ubicada en Uruguay.

Macol, quien enseña Programación en Tekkie Uni, ha trabajado en varias escuelas desde que comenzó su carrera como docente. La educación tradicional, agrega ella, a veces puede poner trabas a los niños.

“Las estructuras que se utilizan en la mayoría de las escuelas tradicionales son muy rígidas y los niños tienen pocas posibilidades de pensar de forma innovadora o de participar activamente en su propio proceso de aprendizaje”, señala.

Cómo estructura las clases Tekkie Uni

En Tekkie Uni, creemos que los niños aprenden de mejor manera cuando son guiados por sus propios intereses y curiosidad, guiados por un maestro afectuoso y trabajando con compañeros que los apoyan.

“La relación entre los estudiantes y los maestros en las escuelas se encuentra restringida de alguna manera por las leyes y las instrucciones”, expresa Batool Zyoud, una maestra de Tekkie Uni, que también ha enseñado en escuelas tradicionales. “Pero en Tekkie Uni, la relación entre los instructores y los estudiantes es cercana a la amistad.”

Nuestras clases se dan en línea durante dos horas a la semana por un periodo de nueve meses. Una de las dos horas semanales de clase es una sesión de práctica, así que los estudiantes hacen todo su trabajo de clase mientras están en la clase. Si ellos quieren continuar y trabajar en sus proyectos fuera de clase, depende totalmente de ellos y no hay ninguna presión con relación a esto.

“Por lo general, no hay tareas”, dice Zyoud. “Pero si esto muy rara vez sucede, ellos saben que no serán castigados si no hicieron sus deberes.”

El trabajo en los cursos de Tekkie Uni se basa totalmente en proyectos, por eso no hay pruebas. Durante las sesiones de práctica, los niños pueden hacer preguntas sobre sus proyectos y recibir retroalimentación del maestro. Si un proyecto no está funcionando de la manera que un estudiante quisiera, puede pedir ayuda durante la práctica. Puede hacerlo a través de su micrófono, o si quiere pedir ayuda en privado, puede abrir un chat de texto, en vivo, con el profesor. También pueden abrir charlas de texto entre los mismos chicos, para hacer amigos y ayudarse mutuamente con los proyectos.

“Lo bueno de Tekkie Uni es la oportunidad que ofrece a los niños de trabajar en su creatividad”, dice Macol. Los niños trabajan en proyectos sin plazo fijo, que les da la libertad de ser imaginativos, creativos y realmente explorar el tema importante en el proyecto, dice ella.

Fomentar el amor por el aprendizaje para toda la vida

Lo único que se pone a prueba en los cursos de Tekkie Uni, es si un proyecto funciona o no, según lo proyectado. Debido a que todos quieren que los proyectos de los chicos funcionen, los estudiantes no tienen ningún desacuerdo con el material de la clase, con sus maestros o incluso con otros niños.

Parte de la razón por la que los niños no compiten entre sí es porque no están separados por habilidades. Todos aprenden juntos y a su propio ritmo, así que no hay presión de estar al día, ni hay un grupo “talentosos” o un grupo en “recuperación”.

“Cuando los niños no sienten presión y no están estresados por las notas y los exámenes, tienden a disfrutar más el proceso de aprendizaje”, dice Macol. “Sin tareas, exámenes y calificaciones los niños son animados a tener su propio ritmo de aprendizaje y hay una alta probabilidad de que se sientan menos frustrados cuando cometen algún error”.

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